jueves, 6 de junio de 2013

Mi pasión: El Movimiento

La clase comenzaba con una pequeña encuesta sobre tu visión general sobre uno mismo, incluyendo fortalezas y debilidades. Luego la profesora nos dio la posibilidad de sacarnos los zapatos, para tener un contacto directo con el suelo y conectarse de verdad con uno mismo, y así comenzaba la clase. La profesora nos dijo que esto debíamos hacerlo en silencio para concentrarnos, ya que realizaríamos una caminata de concentración, en donde caminábamos por la sala en diferentes direcciones y a diferentes velocidades, la cual nos costó bastante, porque no nos concentrábamos y no tomábamos el peso de la actividad, luego ella nos dió la indicación de saludarnos solo con la mirada, fue una experiencia complicada, ya que los ojos expresan mucho, pero cuando uno no se encuentra en confianza, les pone una barrera, entonces cada uno debía sacarle esa barrera y saludar al otro desde su misma interioridad, y así, realizamos varios tipos de saludos, dándose la mano, dándose un abrazo, etc. Luego puso diferentes ritmos de música, y dependiendo de lo que sentíamos, debíamos caminar a un cierto ritmo y de una cierta manera. Mas adelante, nos juntamos en parejas, nos pusimos espalda con espalda y respecto de lo que decía la profesora, debíamos expresar lo que sentíamos en la espalda del otro, como enojo, tranquilidad, amistad, alegría, etc. Luego tuvimos que seguir los diferentes movimientos que realizaba la profesora adelante, pudiendo reconocer los movimientos por separado de las distintas partes de nuestro cuerpo, como movimientos de los brazos, de la cadera, del cuello y luego hicimos secuencias de movimientos para trabajar la coordinación y la memoria. Luego nos reunimos en grupos, tratando de que fuera con personas que nos relacionábamos menos, y nos debíamos poner en círculo, cerrar los ojos y tomarnos de las manos. Al tomarnos de las manos, comenzábamos a tocarlas y sentirlas, tratando de llegar a lo más profundo de la otra persona. Fue una sensación extraña, pero agradable, ya que las personas se dejaban ver tal cual son, sin barreras ni caretas. Cuando ya pudimos abrir los ojos, comentamos las diferentes sensaciones de las manos, ya que a un lado tocábamos la mano de una persona y al otro lado, de otra, por lo que nos permitía, conectarnos con dos personas a la vez, y al encontrarnos en círculo podíamos hacer que las energías fluyeran entre nosotros traspasándonos buenas energías. En mi caso, me tocó una mano muy fría respecto a la temperatura y una muy cálida. Luego comenzamos a hacer una lluvia de ideas, de lo que habíamos experimentado en esta última actividad. Finalmente nos tendimos en el suelo, en la posición más relajada posible, con brazos estirados al lado del tronco y piernas también estiradas, luego cerramos los ojos y la profesora comenzó a hablarnos, para llevarnos a un estado de relajación y reflexión de las actividades realizadas, luego nos dio unos minutos de silencio para relajarnos y pensar, para finalmente volver a reincorporarnos a la realidad y poder retirarnos de la clase.

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