Antes del día de la clase, la profesora había
solicitado que trajéramos diario. Entonces cuando la clase comenzaba, la
profesora nos solicitó que pusiéramos todo el diario al centro de la sala. En
seguida el curso se dividió en tres grupos, en donde el grupo número 1 debía
ponerse al centro de la sala, alrededor del diario y el resto del curso se
ubicaba alrededor de ellos como observadores. En ese momento el profesor indicó
lo que debían traer los grupos 2 y 3 para las próximas clases, el grupo 2 debía
llevar la próxima semana un objeto que nunca regalarían, aunque les dieran todo
el dinero del mundo, y el grupo 3 debía sacar una fotografía a una persona
importante en su vida y llevarla en dos semanas más. El grupo que se encontraba
al centro de la sala era él que debía realizar la actividad, la cual era
construir un objeto con papel de diario que representara una persona que haya
influído mucho en su vida. Cada uno de los integrantes del círculo debía conectarse
con su interioridad para poder encontrar a esa persona indicada y realizar el
objeto representativo. Los observadores debíamos estar en silencio para lograr
el objetivo de la clase. En ese momento, se formó un ambiente con muchas
emociones, el cual nos permitía a los observadores, sentir de alguna manera lo
que ellos estaban viviendo. Mis compañeros realizaron diferentes objetos, como
un ramo de flores, unos lentes, una boina, un corazón, unas piedras, un moño de
cheerleaders, una pelota de futbol, un mate, una mano, etc. Cuando terminaron
de crear sus diferentes objetos, tuvimos un momento de plasmar los diferentes
objetos en fotos con sus creadores, creando un clima muy distinto, más lúdico,
en donde cada compañero posaba con su objeto, donde tuvimos un tiempo para
relajarnos. Luego de terminado esto, cerramos las cortinas y formamos un
ambiente apto y de confianza para hacer fluir las emociones. En ese momento, el
profesor a cargo nos dio una pequeña introducción sobre lo que haríamos
refiriéndose a que el teatro en sus inicios era la conexión con los dioses y
con uno mismo, realizando una purificación. Luego de esto los observadores nos
ubicamos alrededor de nuestros compañeros, pero sentados en el piso, para que
sintieran mayor apoyo, entonces se hizo silencio para que cada una de las
personas que realizó la actividad se conectara íntimamente con esa persona, y de
ahí, comenzaron cada uno a contar la relación que mantenía con esta persona, en
donde se expusieron los sentimientos e historias más intimas, expresando los
diferentes sentimientos y mostrando la confianza que existe en el curso, ya que
se expusieron historias muy íntimas. Esto produjo un sentimiento de empatía, ya
que las personas más sensibles, nos emocionó tanto, que nos pusimos a llorar.
Luego de todo esto, nosotros, los observadores, dimos las gracias por la
confianza, luego los participantes, también dieron las gracias por el respeto.
Finalmente nos abrazamos y nos comenzamos a retirar a nuestros hogares.
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