La música es vida y emoción a la vez
Esta clase comenzó mucho antes que el horario
habitual, ya que estuvimos toda la mañana cantando y tocando diferentes
canciones, y creando diferentes melodías, en donde especialmente, yo disfruté
toda la mañana. Al comenzar realmente la clase, la profesora nos hizo un
comentario, ya que nos había escuchado durante toda la mañana tocar y cantar,
ya que su oficina se encuentra adyacente al lugar donde nos encontrábamos
realizando la actividad, y nos expresó su gusto de la realización de esto, ya
que nos permitía abrir la mente, a través de nuestra imaginación y expresión de
emociones. Luego nos pregunto quienes habían traído instrumentos y lo
complementó, trayendo, con ayuda de unos compañeros, más instrumentos. Luego
colocamos todos los instrumentos en el centro de la sala, y comenzamos a
observar los diferentes instrumentos, caminando alrededor de la sala en
silencio, para apreciar en su plenitud la variedad y poder elegir uno que
verdaderamente nos llamara la atención, ya que habían instrumentos que yo en mi
vida había visto o que nunca me había
atrevido a tocarlos. Cuando elegimos cada uno un instrumento, comenzamos a
tocarlo creando algunas melodías con diferente ritmo, y después guiado por uno
de mis compañeros. Luego la profesora nos puso un power point, el cual mostraba
diferentes colores, el cual dependiendo de lo que sentíamos cada uno, teníamos
que tocar diferente sonidos, con ritmos y volúmenes distintos, y si nos
provocaba no hacer sonido, también lo podíamos hacer. Luego nos dividimos en
cuatro grupos, uno era el de las
cuerdas, otro era el de los vientos, otro era de las percusiones y el último
era el de panderos, maracas y sonajeros. Yo me encontraba en el último grupo, y
cada uno de éstos, tenía que crear una melodía armoniosa con un título en
especial. Con mi grupo nos dirigimos a un lugar más apartado para crear con
tranquilidad la melodía, aunque nos costó concentrarnos, ya que nos
encontrábamos muy dispersos, además de lograr un sonido armonioso, cuando lo
logramos. Nos volvimos a reunir en la sala asignada para presentar la melodía
de cada grupo. El primero fue el grupo de los vientos, los cuales estaban muy
nerviosos, pero les salió muy bien, ya que tocaron una melodía muy agradable,
luego vinieron las cuerdas, en donde crearon una melodía maravillosa, ya que la
combinación de las guitarras y un violín, fue demasiado lindo, llevándome a
otra dimensión, transportándome a un lugar pasivo, sin intervención del ser
humano, lleno de naturaleza, produciéndome tranquilidad y relajación. Luego
vinieron las percusiones, quienes tocaron algo más energético y efusivo,
finalmente nos tocaba a nosotros, quienes tocamos algo bastante lúdico,
permitiendo la espontaneidad y las risas. Finalmente, hicimos una lluvia de
ideas para expresar lo que habíamos sentido, permitiéndonos hacer una
reflexión. Luego cada uno recogió sus instrumentos y ayudamos a la profesora a
guardar los que ella nos había facilitado. Así terminó una larga clase que demostró
como la música, el sonido y las melodías nos permiten expresarnos y mostrarnos
tal cual somos.
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